1.- Establecer un precio sin ayuda de un profesional… es como si un cirujano está solo en el quirófano y se «auto-opera» a sí mismo.
2.- Negociar directamente…. es perder dinero. Reconócelo, tu falta de experiencia, tus sentimientos personales y subjetividad te harán ceder mucho o perder el trato.
3.- Hacer tus propias fotos, con tu móvil… Serán una más del montón, sosas, sin diferenciación alguna y con cientos de inmuebles iguales al tuyo en venta.
4.- Poner tu vivienda en todas las agencias posibles, cuantas más, mejor?… Si te duele una muela a quien te diriges? A la señora del 5º? Sin experiencia, profesionalidad, conocimiento, o seguridad? Es tu muela y puedes ir donde creas conveniente, claro que sí.
En serio, se acabó tenerlo en 5 o más agencias con precios distintos y sin garantías para ti y/o el comprador… Mira sus pag. Webs, vigila que tengan seguros, conoce quiénes son, pregunta y lee qué dicen las reseñas de esta agencia en concreto. Hay que decidirse, elegir bien.
¡¡Tu tranquilidad no tiene precio!!
5.- Redactar tu propio contrato, o bien contar con tu «cuñado» que sabe de todo… Esto es como redactar tu propia receta médica, sin ser médico. O auto medicarse. Un abogado te resolverá todos los problemas previos que puedan surgir, estará pendiente de tus intereses, redactará de forma clara y efectiva las cláusulas necesarias por tu propia seguridad, y te acompañará en la notaría, estando alerta de todo
6.- Tomar una señal como propia desde el contrato. Y además vender la vivienda a otro comprador, sin resolver el primero…. Uff, la doble venta está penada como delito, mucho cuidado¡¡.
Hay que resolver el contrato previo antes de vender al siguiente. El propietario en este caso, no puede disponer de su vivienda hasta que exista una Sentencia Judicial. Y ya se sabe el tiempo que tardan. Todos nuestros contratos llevan anexados una garantía como ARBITRAJE NOTARIAL. En aprox. un mes un laudo arbitral decide y resuelve el posible conflicto, y deja libre la vivienda para otro comprador.
7. Ir a Notaría, sin la ayuda de un profesional que supervise la escritura, y la operación y todos sus flecos… Es como tirarse a la piscina “sin agua”.
Tu seguridad y tranquilidad para la mayor inversión de tu vida requiere comprobar muchas cosas, tanto si eres propietario como comprador: Cancelación económica de cargas previas; Hipotecas; Gastos de cancelación registral; Confirmación de los valores catastrales y fiscales….
Y el 0,5. ?.
Los que no llegan a ser errores, pero sí medio errores sobre todo, en la visita al piso:
No Identificar/filtrar a tus visitas. Hay personas de mala fe, que podrían descubrir puntos débiles y darte un susto.
No ordenar, ni adecentar tu vivienda como se merece antes de ser visitada.
No abrir persianas, ni dejar que entre luz en la visita.
No sacar del piso a las mascotas en las visitas
No usar otros sentidos para hacer que tu piso enamore… (Ejemplo.- olor a café o a bizcocho en el horno)
Hacer comentarios desafortunados que podrían evitarse
Y para terminar, más que medio error, un ERROR DE BULTO, con un poco de HUMOR e IRONÍA:
No contar con una agencia inmobiliaria como SOLHOGAR.
Siempre puedes ser:
Tu propio “tasador”
Tu propio “cirujano”
Tu propio “dentista“
Tu propio “abogado”;
Tu propio “fotógrafo”;
Tu propio “negociador” y
Tu propio… “comprador”, te puedes vender la vivienda a ti mismo, sería una buena solución para que no intervenga NADIE MÁS QUE TÚ.
Firmado:
Antonio Gutiérrez Galisteo
Abogado-Director de SOLHOGAR